El momento Silvestre

La vida son momentos, es una frase que hemos escuchado muchas veces pero no por ello deja de tener validez. Hay momentos buenos y momentos malos, unos nos ayudan a valorar los otros y quizá, en esta época, tenemos poco tiempo para disfrutar de aquellos que más nos alegran.

El momento Silvestre es ese momento en el que dejas de lado todo y te centras en saborear una buena taza de café. Pero, ¿Qué se necesita para garantizar ese disfrute?

La selección

En primer lugar, escoger un blend —en otros lugares lo llaman mezclas— que se adapte a nuestros gustos. Esto, pese a lo que pueda parecer, es una de las bases de la experiencia que tendremos con nuestro café. Nuestra elección dependerá de si preferimos sabores ácidos o dulces, mayor o menor cantidad de cafeína o del grado de intensidad que nos gusta, entre otros factores.

La cafetera

En segundo lugar, toca elegir el tipo de cafetera que vamos a usar: cafetera clásica italiana, una de goteo o una para café espresso. Cada una tiene una serie de particularidades que veremos en un futuro próximo en este blog. Lo importante, en todas ellas, es tener claro el tipo de café que queremos obtener al final del proceso.

El tiempo

En tercer y último lugar, necesitaremos tiempo. Tiempo para disfrutar con los 5 sentidos de esa taza de café que tanto esfuerzo tiene detrás y que tantos buenos momentos nos regala. El primer sentido que usaremos será el oído, cuando escuchemos cómo borbotea o cómo el agua pasa a presión por la cápsula. En segundo lugar, se activarán la vista y el olfato, veremos como el café comienza a aparecer y su aroma inunda todo el espacio. Tras estos dos sentidos activaremos el del tacto, la taza de porcelana, suave y cálida cobrará protagonismo.

Con el primer sorbo, las papilas gustativas nos confirmarán que hemos llegado a nuestro destino: bienvenidos y bienvenidas a Café Silvestre.